LA INDUSTRIA YERBATERA ARRIESGA LA CALIDAD DEL PRODUCTO POR SUS APETENCIAS FINANCIERAS

Pocas veces se ha visto a grandes empresas de sectores tan sensibles a la percepción del consumidor como es el alimenticio jugar tanto y tan fuerte con su futuro y poner en riesgo su cuota de mercado como está ocurriendo en estos días con la industria yerbatera.


La fuerte presión que vienen ejerciendo desde los grandes molinos de yerba, y algunas empresas acopiadoras vinculadas a los mismos, sobre los productores primarios a través de pagos por debajo del valor fijado -de por sí escaso- para la materia prima o bien por medio de pagos a plazos insostenibles en una economía con 40 por ciento de infalción anual proyectada, parece haberse vuelto una suerte de tiro por la culata para la propia industria de la principal infusión argentina.


En los últimos días, los operadores del negocio en la cadena productiva yerbatera comenzaron a advertir que la oferta de hoja verde como de yerba canchada se enfrió considerablemente y su valor consecuentemente debería inmediatamente posicionarse al alza. La situación resulta casi sorpresiva para los dominadores de la mayor parte de la renta del circuito, los industriales molineros, que venían aprovechando una supuesta sobreoferta de materia prima para imponer condiciones de pago largamente favorables a sus arcas y en franco detrimento de los eslabones iniciales de la mencionada cadena.


Pagos por debajo del valor establecido por el Instituto Nacional de la Yerba Mate -histórico territorio amigo, si los hay, para los molineros- y plazos de desembolso onerosamente largos, venían haciendo del momento actual una oportunidad inconfesable de bienestar financiero y económico para las grandes firmas elaboradoras.


La cuenta es fácil, usar la menor cantidad de dinero posible y en el mayor plazo que se pueda, no deja más que pesos frescos en la economía de la firmas para poder apostarlos a la bicicleta financiera que viene siendo el mercado del dinero a plazo fijo en los bancos a tasas pocas veces tan altas com ahora. Mismas entidades financieras que con intereses más que abundantes vienen haciendo por su lado un pingüe negocio mediante la licitación de letras públicas -LEBAC- con las que el gobierno nacional viene pagando intereses siderales para desincentivar la demanda de dólares y contener así la cotización.


Así la industria yerbatera creyó que aprovechaba un momento financiero -que los analistas y el popio gobierno central advierten que será limitado en el tiempo- y usó mucho dinero en sus apetencias de mayor rentabilidad, amparándose en que la oferta amplia de materia prima podría justificar precios bajos y plazos enormes de pago sin arriesgar la provisión.


Sin embargo, a la luz de lo que se puede apreciar en los últimos días, ni el stock de producto es tan ampliio en la oferta de los chacareros, ni el malpago es un mecanismo que se justifique tolerar por más tiempo.


Tan es así, según plantean en el negocio, que más de una marca "grande" estaría comprometiendo seriamente la calidad de su producto final y ello no sería ya ajeno al consumidor que nota diferencias serias en el mate. Además, las gestiones para que laboratorios oficiales determinen con mayor precisión si en los paquetes de yerba se cumple lo previsto por el Código Alimentario -contenido de palo, polvo y otros elementos distintos a la hoja-, comenzaron a hacer ruido en las oficinas de los industriales. 


¿Está entónces la industria entre la espada y la pared? Es pronto para saberlo, pero no se tardará en definirlo. Mucha menos yerba verde disponible de la que se creía, consumidores ya algo disconformes y supermercados siempre alerta a la sensibilidad del cliente, obligan naturalmente a que sin demoras los grandes operadores de la molinería vuelquen recursos a garantizarse cantidad y calidad para sus productos finales o se enfrenten a un sombrío horizonte de pérdida de espacio en un mercado que la propia crisis de consumo viene deprimiendo o, cuando menos, amesetando sostenidamente.


Daniel Leopardi, Director de Antena Misiones

Actualidad - 15:10 20/05/2016