Iguazú amaneció inclemente. El concierto más maravilloso especulaba el destino de su gala de acuerdo a cómo se presentaba el cielo este jueves pero corrían las horas y el público seguía llegando, impaciente, expectante, ansioso de formar parte de esta experiencia única, considerada uno de los espectáculos turísticos más importantes del calendario internacional.

El "Iguazú en Concierto" se presentó más imponente. Es que el público, convocado desde los diferentes partes del mundo no dio lugar a suspensiones, y la calidad organizativa pudo hacerle frente realizando el show en el auditórium del hotel Amerian en vez del anfiteatro Ramón Ayala (como estaba programado).

En el lugar, Brasil, Paraguay y Trinidad & Tobago, se fundieron en un imponente desafío instrumental que erizaba la piel de quien se atreviera a asomarse.

Los "Sonidos de mi tierra", salidos de las entrañas de las cuerdas de una veintena de arpas paraguayas, abrieron el telón de la noche y, bajo la dirección de Elio Fleitas & Pedro González Roman, lograron un clima de profundas emociones.

Luego llegó el turno de la orquesta de cuerdas del grupo GPA de Brasil, dirigida por Renata Jaffé & Daniel Misiuk, quienes, fieles a sus raíces, dejaron clarísimo que la alegría también es brasilera, y montaron un espectáculo de altísima calidad y calidez con todo el estilo carioca.

Finalmente, luego de un ligero break, el broche de la gala se hizo presente a cargo de Trinidad & Tobago, quienes llegaron a Misiones trayendo instrumentos muy ajenos a nuestras costumbres musicales. Una retina occidental distraída podría afirmar que se trataba de tambores pero quienes fueron testigos esa noche de sus exquisitos sonidos podrán asegurar que se trata de mucho más, que traen un sonido diferente, propio, con todo el espíritu caribeño en cada compás, tratando de contar al público en cada golpe de qué están hechos, cómo suena su tierra, cómo se siente su arte, cómo se vive su música.

Es hasta el 28 de mayo que los más de 700 chicos conformados en Coros y Orquestas de todo el mundo interpretan piezas musicales propias de sus países y clásicos. 

A su vez, el miércoles también el crisol de culturas se fusionó para hacer música. Esta vez la cita fue doble, lo que motivó al heterogéneo público visitante a fluctuar entre el rincón natural Aripuka y el refinado auditórium del hotel Amerian, a pasitos del Hito Tres Fronteras.

La primera posta tuvo todo el sello de la tierra colorada. Flautas, violines y una variada combinación de instrumentos de bronce, encontraron la acústica perfecta en un sin igual escenario natural de troncos que componen la imponente réplica a gran escala del hábitat avícola: Aripuka.

Más tarde, ya con la noche impuesta sobre la ciudad, la gala continuó en el Centro de Convenciones y Eventos del hotel Amerian II. Con un salón repleto, y un público que esperaba expectante el primer movimiento de la batuta que rompería el silencio, dijeron presente dos formaciones bien diferentes. La primera fue orquestada por niñas de la escuela coral Domingo Cipoli, cuyas voces cautivaron al público. Luego, el cierre de la jornada estuvo a cargo del maestro chileno Marcial Delpino y su sinfónica estudiantil O'Higgins, que hizo temblar el auditórium con su exquisito repertorio y que tuvo su máxima ovación en la interpretación de "Perla negra" de Piratas del Caribe. 

El telón de fondo de semejante azaña es digno de destaque en párrafo aparte. Se trata  del ambiente reinante de este año, pues, desde la organización hasta el repertorio, han tenido prensa destacable por parte de los referentes de las distintas delegaciones visitantes. Tras bambalinas se coincide: Misiones sabe lo que hace cuando de concierto, música y naturaleza se trata.

A continuación, la programación de este viernes:

19:30 HS

Iguazú Grand Hotel I

Reino Unido - Adelaide Harliono (violonchelo) & George Harliono (piano)

Brasil - Orquestra Instituto GPA

20:00 HS

Hotel Amerian

Argentina - Orquesta Academica St Mary’s International College

Perú - Orquesta Filarmónica Infanto-Juvenil del Perú